Son numerosas las fiestas que se celebran en Villar del Río a lo largo del año. En Semana Santa la noche del sábado al domingo de Resurrección los mozos del pueblo colocan en las casas donde hay moza soltera un trozo de tela, a esto le llaman “la aleluyas”. Esa misma noche se hace un “Judas”, que es un pelele de paja que se cuelga en el exterior de la Iglesia de Santa Filomena y al que se prende fuego y arrastra hasta el Río después de la Misa del Domingo de Gloria.
Las fiestas del Villar del Río están dedicadas a Santa Filomena y San Juan y se celebran del 28 al 31 de agosto.
El 28 por la noche se canta la peseta: los mozos y mozas del pueblo van casa por casa y donde están las “aleluyas” se canta a la moza: “a la mozas del pueblo venimos a cantar, que preparen la peseta para mañana, San Juan”. De madrugada se corta un ramo de chopo.
El 29 por la mañana se viste el chopo adornándolo con cintas y pañuelos y un mozo, al que se llama mozo del ramo, encabeza la procesión que se hace después de la Misa.
Tras la Procesión se recorre otra vez el pueblo recogiendo la peseta; cantan los mozos: “a la hija del Fernando le venimos a cantar, que prepare la peseta, que venimos a cobrar”. El padre, o el abuelo de la moza paga a los mozos la peseta, que es una contribución voluntaria que los mozos se encargarán de gastar en las fiestas.
El 29 por la tarde se corre el rosco:
Dos o tres personas cogidas de la mano son perseguidas por otra persona que intenta fustigarles con una rama de chopo a lo largo de la plaza, después se reparte rosco y zurracapote a los asistentes.
El día 30, Santa Filomena, se quitan las cintas que adornaban el chopo, ya bendecidas en la procesión y se reparten a los mozos, que a su vez las entregarán a las mozas que deseen después de misa.
Por la tarde procesión con subasta de los banzos de Santa Filomena, se hacen cuatro tramos de subasta y los adjudicatarios portan la imagen de la mártir.